Dentro del mundo de la bisutería creativa existen diferentes técnicas. Entre ellas, destaca la técnica del “soutache", palabra procedente del francés y cuyo significado es “trenza”. Para implementar esta técnica se utiliza un cordón en forma de espiga o trenza, de ahí el nombre. Básicamente de lo que se trata es de crear formas cosiendo el cordón, de la manera más tradicional, o pegándolo a cristales, metales y todo tipo de abalorios para convertir algo aburrido en una pieza única y original.
Más sobre esta técnica de bisutería creativa
Otra manera de referirse a esta técnica es utilizar la palabra “galon” que también proviene del francés. En este caso esta palabra deriva de “gallonner” y quiere decir embellecer o decorar con cordón.
Reconocemos este tipo de cuerda porque es la que se utilizaba en los trajes y vestidos de época, sobre todo, para engalanar los uniformes militares. Una curiosidad es que el cordón soutache determinaba de qué rango era cada soldado según la anchura de este.
Y es que ya a mediados del siglo XVIII este tipo de pasamanería era utilizada para confeccionar todo tipo de ropa, incluso también cortinas. Su objetivo principal era decorar las piezas sobre las que se aplicaba o tapar las costuras. Los materiales más tradicionales, a los que se recurría desde los inicios, eran el hilo hecho de lingotes de oro y el hilo hecho a partir de fibra de celulosa.
Aunque es una técnica y tendencia bastante antigua ha vuelto con fuerza como suele pasar con muchas de las tendencias que triunfan ahora. Hoy en día podemos encontrar soutache en vestidos y, especialmente, en el ámbito de la bisutería.
Joyas de calidad creadas con técnica soutache
Esta técnica se basa en crear distintos accesorios de bisutería cosiendo el cordón junto a abalorios y piedras, o simplemente trenzando la cuerda sobre sí misma para obtener una pieza muy original. Como podemos imaginar, las posibilidades son casi infinitas. Tan solo necesitamos mucha imaginación y paciencia.
En el mercado ya existen a nuestra disposición pendientes, anillos, collares, pulsares, tocados, adornos para bolsos y toda clase de apliques que sirven para decorar la ropa. La belleza de estas piezas reside en la selección de los colores. Con una bonita combinación se pueden conseguir adornos espectaculares como, por ejemplo, un degradado.
En la actualidad, los materiales más utilizados son el hilo de seda, de nylon o el soutache de rayón, este último es al que más uso se le da. También se le añaden otros materiales como pueden ser las piedras preciosas. La belleza de la joya resultante dependerá de la calidad de los materiales que seleccionemos, ya que no quedará igual un pendiente con cristal de Swarovski que otro con cristal artificial.
La bisutería que se crea a través de esta técnica refuerza la identidad de la persona que la lleva. Por lo general, se trata de diseños creativos, audaces, cuidados… Es posible descubrir piezas en una amplia gama de texturas que van desde el strass hasta el jaspe pasando por el hilo o el coral. No dejan indiferente a nadie.
Los materiales que se necesitan para llevar a cabo esta práctica son sencillos y muy fáciles de adquirir, si sabemos dónde buscar. Si nos animamos a ponerla en practica necesitaremos:
- Hilo para sujetar las piezas, mejor si es del color de la trencilla para disimularlo.
- Cabuchones y piedras para otorgar estilo a las creaciones.
- Cierres de bisutería para que el acabado final sea mucho más profesional.
En definitiva, esta técnica es 100 % creativa y da lugar a piezas únicas, propias de una bisutería elegante y original. No en vano, no deja de sumar adeptos.
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