Los accesorios son imprescindibles para completar cualquier look. No importa si vamos a un encuentro más formal o más casual, elegir el complemento más adecuado nos dará el toque final para nuestra imagen. Uno de estos accesorios que más suele olvidarse son los broches. Por ello, en este post vamos a hablar un poco sobre ellos.
¿Cómo combinar los broches?
Realmente, un broche puede combinarse con casi cualquier estilo ya que existen multitud de diseños y motivos. No obstante, para darte algunas ideas sobre cómo puedes llevarlos manteniendo tu estilo y para que llamen la atención, te vamos a dar algunos consejos.
Si llevamos prendas de lana lo ideal es que usemos un broche con relieve y que sea grande. Estas prendas dan la sensación de que somos muy grandes y si le añadimos un broche llamativo seguro que todo el mundo se fijará.
Dependiendo del color del chaleco de lana, podremos ponerlo plateado, dorado o de varios colores.
Si tenemos un evento más formal y hemos elegido el terciopelo, lo ideal es que utilicemos un broche algo más discreto, de tamaño medio o pequeño. Quizás uno en forma de alfiler que combine con el resto de nuestros accesorios sería una gran opción.
Por otro lado, en aquellos chalecos que tengan escote en forma de V puede añadirse un broche justo en la parte inferior del escote. Esto puede llegar a adornar una prenda informal hasta el punto de poder usarla en ocasiones más elegantes.
Para aquellos jerséis de invierno gordos con cuello de cisne o tortuga, la guinda del pastel será un broche en dicho cuello. En el caso de que nos guste usar chaquetas vaqueras, añadirle broches es una gran opción para darle un toque más personal.
Por otro lado, en la ropa de verano puede ser una forma de darle más elegancia a nuestra apariencia. Pueden usarse para sellar los chales que ofrecen algo de abrigo para las brisas veraniegas, dándole así un toque más distinguido y cómodo a la vez. Los bolsos veraniegos pueden adornarse con diferentes modelos de broche que lo adornen y le aporten algo más de color.
Podremos elegirlos de animales, de flores, redondos con algún estampado, de diferentes formas geométricas e incluso alfileres con pedrería. El catálogo es tan amplio como tu imaginación. En fin, las combinaciones son prácticamente infinitas, los límites solo están en nuestra imaginación.
Consigue looks más creativos y originales
Si hay algo de lo que no puede cabernos duda es de que los prendedores consiguen dar una mayor creatividad y originalidad a nuestra imagen. Debido a la gran variedad de formas, colores y motivos que ofrecen estos complementos pueden convertirse en una seña de identidad nuestra.
Por otro lado, es digna de mención la comodidad que ofrecen. Resultan de gran ayuda en aquellos casos en los que, por ejemplo, una blusa tiene demasiado escote y nos gustaría cerrárselo un poco. También podemos utilizarlos para cerrarnos una prenda de abrigo que no tenga botones ni ningún cierre.
Otra de sus utilidades es la de evitar que se abran los botones de las blusas y camisas. Es una auténtica molestia cuando hay algún botón que cede continuamente y nos obliga a estar abrochándolo a cada instante. Pues bien, con un broche podremos aguantar este botón a la vez que le añadimos un elemento decorativo a nuestra ropa.
Y, cómo no, también nos ofrece una seña de distinción. Será una muestra más de nuestra personalidad, gustos y en cierto modo una manifestación de nosotros mismos. No hay dos personas que tengan idéntico broche y esto se debe a que representan mucho de lo que somos.
Ahora que sabes las utilidades y combinaciones que pueden tener los broches, no esperes más y lánzate a encontrar los que mejor te definan.
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