La Primera Comunión es un evento muy importante para nuestros hijos y para nosotros, sus padres. Cada detalle debe ser cuidado, desde lo que van a llevar puesto, hasta el momento de la celebración con los invitados. Un hermoso recuerdo, también tendencia en las comuniones, es la bisutería.
Un regalo original para las niñas y los invitados
Cada detalle, por pequeño que sea, debe ser cuidado a la perfección. El día de la comunión va a ser recordado siempre. Sus fotografías y vídeos formarán parte de la hemeroteca de los invitados al evento. Además, están los detalles que en todas las celebraciones se dan a los comensales.
Muchos de estos presentes, que durante años hemos recibido cuando asistíamos a una comida o cena de estas características, han terminado arrinconados e incluso olvidados. Si hemos tenido muchos eventos sociales, las figuritas conmemorativas han terminado llenando estantes completos, hasta que hemos decidido despedir algunos de nuestro hogar. Esto es algo muy común.
Por eso, ahora que vamos a celebrar la Primera Comunión de nuestros hijos, tenemos que pensar en un regalo muy original, que no termine con la misma suerte de alguno que hemos recibido. Una opción que está triunfando por ser práctica, al mismo tiempo que elegante, y que suele estar a mano para cualquier momento es la bisutería.
Tener un accesorio a la moda que poder lucir es siempre un acierto. Recibir una pieza sofisticada y atemporal, que conjunte con diferentes modelos de nuestro vestuario, es de agradecer. De ahí que las nuevas tendencias apuesten por regalar a los invitados de nuestros eventos una bonita joya que vaya con todo.
Además, elegir una pieza indicada para nuestra hija el día de su comunión, donde aparezcan sus iniciales y la fecha de tan importante paso, será un bonito detalle que conservará toda su vida, recordando el momento en que se lo dimos.
Una pieza artesanal, de exquisito gusto
La famosa bijouterie de origen francés ha llegado hasta nosotros como una forma de adorno elegante, capaz de competir con la alta joyería. Dentro de estos accesorios encontramos distintas calidades. Las piezas más finas han conseguido llamar la atención de muchos diseñadores de moda, hasta el punto de incluirlas en sus pasarelas.
Creadas de manera artesanal, podemos hacer gala de ellas en distintos eventos sociales, luciendo a la perfección en trajes y vestidos de grandes diseñadores. Por eso, hacer que nuestra princesa reciba la Primera Comunión con la elegancia que merece es toda una satisfacción para ella, que se sentirá el centro de atención en todo momento.
Desde una cruz con los detalles más exquisitos hasta una discreta pulsera o rosario que pueda lucir orgullosamente. Los pendientes son una parte del vestuario femenino muy importante. Unos de color perla, discretos, quedarán sensacionales con su vestido tradicional blanco.
Para las invitadas a la celebración también nos podemos permitir un detalle que les va a encantar. Desde una pulsera donde discretamente aparezcan las iniciales de nuestros pequeños hasta unos pendientes conmemorativos del momento.
De este modo, ya debemos dejar atrás esos antiguos adornos que al llegar a casa no sabíamos dónde íbamos a poner. Al menos, podemos ofrecer a las mujeres invitadas un toque de elegancia que sospechamos que puedan llegar a utilizar más adelante.
Pero ¿por qué únicamente las mujeres van a gozar de este privilegio? No solo el sexo femenino disfruta de las joyas. También existen accesorios dirigidos a los hombres que la moda no ha podido desechar, desde pulseras personalizadas a relojes de excelente diseño.
La bisutería es la moderna joyería, que podemos lucir en todos los momentos importantes de nuestras vidas. Y la Primera Comunión es uno de esos acontecimientos inolvidables y merece ser recordado con una pieza exclusiva.
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